Ser jardinero, o trabajar en el campo en cualquiera de sus formas, requiere de ciertas habilidades, pero también de cierto equipamiento. Es imprescindible contar con el calzado adecuado para llevar a cabo determinadas labores, sobre todo teniendo en cuenta el tipo de terrenos en los que vamos a tener que trabajar, la suciedad que puede adherirse a ellos y, sobre todo, la comodidad que debemos sentir para poder efectuar trabajos que en muchas ocasiones implican estar muchas horas de pie. Es por esto por lo que es muy importante conocer qué tipos de calzados para jardinería existen y cuál es el que mejor se adapta a nuestras circunstancias, pues existen diversos aspectos en los que fijarse y es relevante saber qué estamos buscando.
Hay quien se dedica profesionalmente a la jardinería y necesita disponer de calzados específicos para diferentes actividades, desde subir a árboles altos para podarlos hasta pisar barro sin resbalar, siempre asumiendo que uno de los aspectos clave es el confort. También puedes estar buscando un calzado de jardinería para trabajar más cómodamente tu jardín, cansado de manchar tus zapatillas de hierba cada vez que cortas el césped o no sabiendo cómo conseguir unas suelas antideslizantes, a fin de poder trabajar mejor determinados terrenos, especialmente mojados. En cualquier caso, en este artículo te vamos a facilitar una guía completa y práctica para poder elegir adecuadamente el mejor calzado para jardinería según sea tu caso. ¡Atiende!
Claves para elegir el calzado de jardinería
Como adelantábamos en el apartado anterior, uno de los aspectos más importantes en los que debes fijarte a la hora de comprar tu calzado para jardinería es la comodidad. Muchas veces damos más importancia a otros aspectos, como resistencia, robustez, impermeabilidad, y no me malinterpretes, no cabe duda de que son propiedades que deben estar presentes en un buen calzado de jardinería, pero de nada servirán si al ponerte esos zapatos o botas lo único que quieres es quitártelos. Si, de hecho, al pasar varias horas con ellos notas que no puedes más y que de hecho te están haciendo daño. Si te dedicas profesionalmente a la jardinería, de hecho, este aspecto cobra más importancia si cabe, en tanto que tal vez un calzado incómodo te impide realizar un buen trabajo.
Más allá de eso, y según nos explican desde La Valenciana Calzados, una tienda especializada en calzado de todo tipo y que de hecho cuenta con una sección exclusiva de calzado para el campo, que puedes visitar en su URL https://lavalencianacalzados.com/calzado-campo, las claves para que un calzado sea bueno para jardinería son las siguientes:
- Debe ser cerrado. Un requisito indispensable para elegir bien tu calzado de jardinería es optar por un tipo de calzado cerrado. Durante el trabajo en el jardín puedes someterte a picaduras, cortes, golpes, etc., por lo que tienes que asegurarte de que tus pies están lo más protegidos posibles ante este tipo de fracturas.
- Fácil de limpiar. Un must dentro de este tipo de zapatos, pues cabe esperar que durante las labores de jardín el calzado se ensucie asiduamente, y puede llegar un punto en el que sean inutilizables si no los limpias con regularidad. Es por eso por lo que es preferible hacerte con un calzado cuyo material y confección permitan limpiarlo fácilmente, de hecho si puedes encontrar un par que se queden como nuevos con un simple manguerazo te ahorrarás muchos quebraderos de cabeza.
- Ligeros pero resistentes. A veces esto puede sonar a contradicción, pero nada más lejos de la realidad. Un calzado puede ser resistente y duradero, a prueba de golpes, y no por ello resulta pesado. Un calzado ligero te permitirá moverte con mayor facilidad y realizar las tareas de jardín más rápidamente y con mayor comodidad, de ahí que haya que buscar el equilibrio perfecto entre ambos conceptos.
- Ventilación adecuada. Los zapatos de campo o para jardín deben ser cerrados, pero eso no quiere decir que base con ello. De hecho, precisamente por ese motivo es imprescindible buscar un calzado que también cuente con la transpiración adecuada. Hay modelos con una membrana llamada Gore Tex que facilitan la transpiración y a su vez son impermeables: este tipo de membranas son perfectas para el tipo de trabajo que vas a realizar, evitando así que el agua del regadío o de zonas encharcadas te afecte pero asegurándote de que tu pie transpira a la perfección.
Si consigues un calzado que reúna todas estas características, podrás estar convencido de que has dado con el calzado perfecto para cualquier labor exterior.
Qué tipo de calzado de jardinería existe
Dependiendo del nivel de profesionalidad de tus actividades en el jardín tendrás que optar por un tipo de calzado u otro, si bien es cierto que para trabajar el jardín puedes recurrir a todo tipo de calzado (aunque eso no significa que todo tipo de calzado sea óptimo). Sin ir más lejos, puedes optar por botas de agua para trabajar cómodamente en zonas con mucho riego o húmedas, pues es calzado cerrado, impermeable y cómodo, si bien tendrás que revisar qué tipo de actividades tienes que llevar a cabo porque, dependiendo del modelo de botas con el que cuentes, tal vez no transpire tan bien como debería.
También existen el calzado tipo Crocs, unos zuecos de espuma y goma, resistentes, impermeables, cómodos y fáciles de poner, de quitar y de limpiar. Prácticamente son el zapato perfecto, si bien no tienen a su favor que no son zapatos totalmente cerrados, aunque sí protegen adecuadamente los dedos del pie y todo el empeine, y tienen mucha fama de ser modelos poco estéticos, pero a nivel de practicidad es innegable que este tipo de calzado se ha convertido en uno de los favoritos no solo por jardineros sino por todo el mundo, para realizar todo tipo de actividades.
De nuevo, dependiendo del tipo de actividad que tengas pensado hacer, también puedes optar por botas de caza o de montaña, que normalmente son transpirables, cerradas e impermeables, si bien no todas son fáciles de limpiar, de ahí que tengas que tener presente cuáles son las acciones de jardinería que vas a llevar a cabo.
Como ves, son muchas las opciones entre las que puedes elegir, pero cabe valorar cuáles son tus necesidades para localizar cuál es el tipo y el modelo que mejor se adapta a ellas. Si tienes dudas, no obstante, siempre puedes consultar con profesionales del sector que te indiquen qué es lo que necesitas y cómo puedes conseguirlo.