¿Tienes terraza? Dale mucha más vida de la mano de las plantas. Decora esta parte de tu hogar con los tipos de plantas más resistentes a las variaciones climáticas, fáciles de cuidar y de lo más decorativas.
Incorporar nuevas plantas a nuestro hogar es uno de los propósitos que llevamos a cabo con más frecuencia. Nos ayudan a crear entornos cálidos, bonitos y, además, traen consigo muchísimos beneficios de los que podemos sacar partido.
Si no terminas de lanzarte a darle un poco más de color y alegría a tu terraza porque no tienes experiencia en el cuidado de plantas, ¡no te preocupes! Este artículo está pensado especialmente para ti.
Te recomendamos que, si te estás iniciando en el mundo del cultivo en terrazas, eches un vistazo a la página https://eljardindeandrea.com/ donde encontrarás todos los consejos sobre herramientas, cuidados, productos, así como comparativas de los mismos, que te allanarán el camino hacia el éxito en el cuidado de tus plantas.
Ahora sí, empezamos con las 10 mejores plantas para terrazas, las cuales requieren de unos cuidados mínimos y te ayudarán a crear un espacio de lo más colorido por muy poco.
10 Citronela
Mantén a raya a los molestos mosquitos durante la época estival cultivando citronela en tu terraza. Esta planta llega a soportar temperaturas de 0ºC, así como la luz directa del sol. Durante el invierno, si nos encontramos en una zona de España en la que las heladas son frecuentes, protejámosla del frío. Al tratarse de un cultivo de tamaño pequeño, podemos transportarla fácilmente al interior para evitar que muera por las heladas.
En verano, recuerda regarla en abundancia, para que se mantenga en todo su esplendor para mantener alejados a los mosquitos. Antes de regar, la tierra ha de estar seca, por lo que proporciónale una tierra suelta, de fácil drenaje.
Entre los motivos para cultivar citronela, además de su acción repelente, podríamos mencionar que, entre sus propiedades, se encuentran la analgésica y antibacteriana. Es, por ello, que la citronela se emplea en el cuidado de la piel, para combatir arrugas y piel grasa e, incluso, para tratar el estrés y la fatiga.
9 Buganvillas
Las buganvillas llenarán de color tu terraza. Es una de las plantas más vistosas del verano, pudiendo alcanzar alturas de hasta 12 metros. Podemos emplear enredaderas para guiar sus tallos o plantarlas en maceta y que crezcan como un arbusto.
Sus flores pueden ser de distintos colores, abarcando desde el blanco hasta el púrpura, pasando por el amarillo, el rosa o el magenta. Lo mejor de todo es que es una planta que florece durante todo el año aunque, es en los meses de más calor, cuando luce en todo su esplendor.
Respecto a sus cuidados, estamos ante una planta que resiste tanto el frío como el calor, aunque sufre especialmente durante las frías noches de invierno. Pero tranquilo, la buganvilla puede soportar temperaturas bajo cero, llegando hasta los -7º.
Por otro lado, no es demasiado exigente con los suelos, de hecho, no precisa de abono rico en nutrientes. Eso sí, la luz para la buganvilla es de vital importancia, por lo que sitúala en aquel rincón de la terraza donde el sol incida durante más horas. En cuanto al riego, bastará con una vez a la semana.
8 Bambú
Por lo que respecta al bambú, podemos encontrarnos con múltiples variedades, siendo la más indicada para exterior la de Phyllostachys Aurea, un bambú de tamaño mediano que puede alcanzar unos 6 metros de altura y hasta 4 cm. de diámetro. La palabra Aurea en su nombre, hace referencia al tono dorado que adquieren tanto las hojas y el tallo, dotándola de un aspecto de lo más bonito.
Esta variedad, conocida comúnmente como Bambú Amarillo, crece de manera rápida, por lo que tendrás un rincón decorado con esta planta en muy poco tiempo. Para que sea así, habrás de proporcionarle una ubicación donde el sol incida de manera directa, aunque su resistencia y buena adaptabilidad, le permiten vivir en lugares de semisombra.
Tal es su capacidad de sobrevivir ante situaciones adversas que es capaz de resistir heladas de hasta 20ºC bajo cero. En cuanto a su tierra, necesitará que siempre se mantenga húmeda, por lo que riégalo de manera frecuente (3-4 veces por semana).
7 Jazmines trepadores
Varias son las razones por las que, el jazmín, es una de las plantas estrella de cualquier terraza. La blancura de sus flores y el olor que desprenden constituyen dos buenos motivos para reservarles un sitio en nuestro hogar. Si a esto le sumamos unos cuidados de lo más sencillo, tenemos la planta ideal para cultivar en terraza.
En óptimas condiciones, el jazmín puede alcanzar los 6 metros de altura. La luz será un factor clave para desarrollarse correctamente. Es una planta que demanda sol directo, dado que procede de climas cálidos. Aún así, el jazmín, es capaz de soportar temperaturas bajo 0, llegando a resistir hasta -3º. En primavera y verano, los meses que coinciden con su floración, procúrale un riego más abundante y frecuente. En invierno, bastará con regar cuando notemos que la tierra comienza a secarse.
Se trata de una planta rústica, por lo que el suelo no es un factor muy a tener en cuenta. El jazmín es de lo más versátil y flexible, llegando a crecer en suelos pobres en nutrientes. Eso sí, necesitará que tenga un buen drenaje, ya que no tolera los encharcamientos de agua.
6 Glicina
Pocos cuidados y muchísima decoración. La Glicina es una planta que dotará a tu terraza de un aire de lo más romántico. Esta planta procedente de China ha conquistado las terrazas de muchos hogares debido a lo fácil de su mantenimiento y su apariencia tan vistosa y espectacular.
Requiere de grandes dosis de luz para que su floración sea mayor, aunque puede permanecer en semisombra. Esta planta trepadora resistirá, igualmente, las heladas por lo que, si resides en el norte, puedes apostar por ella en tu terraza.
En cuanto a sus suelos, necesitará que drenen adecuadamente dado que no le gusta nada que el agua quede encharcada en su sustrato. En este sentido, el riego ha de ser frecuente, especialmente en verano, pero con moderación para no excedernos.
Lo que más has de tener en cuenta es que, la glicina, florece sobre los brotes del año anterior por lo que la poda será fundamental para propiciarle una floración adecuada.
5 Olivos
Porque no hace falta trasladarnos hasta Jaén para disfrutar de uno de los árboles más típicos y vistosos de nuestra geografía. Dentro de los olivos, podemos encontrar determinadas especies perfectamente adecuadas para su crecimiento en maceta.
Su adaptabilidad, versatilidad y resistencia hacen, del olivo, una de las plantas más idóneas para cualquier tipo de clima, aunque teniendo en cuenta que, gusta más de las temperaturas altas. Por ello, ubícalo en la zona de mayor sol de tu terraza. La luz constituye su fuente de vida, por lo que debemos asegurarnos de que goza de toda la incidencia directa de luz posible.
En cuanto al suelo, el olivo no requiere de grandes cuidados en este sentido, aunque, en el caso de la maceta, elegiremos una realizada en arcilla, la cual garantizará un buen drenaje y un mejor aislamiento. La elección de una buena maceta será un aspecto fundamental para que tu olivo crezca feliz.
Y si hablamos de riego, el olivo es capaz de vivir únicamente del agua de la lluvia, por lo que estamos ante una de las plantas que mejor tolera las épocas de sequía, sobre todo, cuando ya es adulto. Si tenemos un olivo joven, le proporcionaremos un riego más constante, para que arraigue correctamente, asegurándonos de que, entre riego y riego, el sustrato esté seco.
4 Geranios
Paseando por tu ciudad, seguro has visto geranios decorando los balcones de muchísimos hogares. Y por muchos motivos. Es una de las plantas de exterior más resistentes a las bajas temperaturas y que nos alegra con sus vistosas flores, las cuales, pueden verse durante todo el año, si sabemos cómo cuidarlas.
Les gusta mucho el sol. De hecho, lo ideal es que reciba luz directa durante varias horas del día, lo que favorecerá enormemente su floración. En verano, mejor ubicarlos en zonas de semisombra, dado que un exceso de calor podría perjudicarlos. Es importante no excedernos en el riego, proporcionándole la cantidad justa de agua cuando notemos que el sustrato está seco.
En cuanto a la poda, mejor realizarla durante los meses de otoño, tras la floración durante la época estival. Aunque, siempre que veamos hojas secas o flores marchitas, es conveniente que las quitemos para que toda la energía fuerza de la planta desemboque en las hojas y flores sanas.
3 Agapantos
Esta planta de origen africano es famosa por su estética y su valor ornamental. Su época de floración coincide con el final de la primavera, extendiéndose hasta el otoño. Sus hojas se caracterizan por su longitud, a lo largo de las cuales crecen sus flores de color azul intenso o blancas.
Cultivados en el exterior, los Agapantos ofrecen un a gran resistencia, soportando, fácilmente, temperaturas de hasta 10º bajo cero. Para que la planta crezca de manera óptima, le proporcionaremos un agua abundante en su época de floración que, como sabemos, coincide con la subida de las temperaturas. Prefieren las zonas donde el sol incide de manera directa. En cuanto a su sustrato, es necesario que drene bien para evitar encharcamientos y la consecuente podredumbre de sus raíces.
Pero ¡cuidado! El agapanto es una planta tóxica, por lo que, si compartimos nuestro hogar con una mascota, no es nuestra planta adecuada. Lo mismo aplicaríamos en caso de tener niños.
2 Rosales
Aunque, si hablamos de una planta resistente, sin duda, hablamos del rosal. Lo cierto es que encontramos pocas plantas más generosas que lo rosales. Son capaces de adaptarse a cualquier tipo de clima, siempre y cuando reciban sol y se respeten unas condiciones mínimas en cuanto a cuidados.
Los meses de primavera y verano coincide con la época de floración del rosal, por lo necesitarán contar con un riego más abundante que el resto del año. El resto del tiempo, no es necesario regalarla a diario, bastará con 3 veces por semana. Eso sí, un riego abundante cada vez que lo hagas. Su ubicación ideal es aquella que les garantice una buena ventilación y que esté bien soleada. Lo ideal es un espacio de semisombra ya que, un sol excesivo y en horas demasiado calurosas, podría afectar su desarrollo.
En cuanto a la poda, lo ideal es realizarla en primavera, antes de su floración, para que se desarrollen adecuadamente. Una poda adecuada estimulará su crecimiento, dado que le permitirá recibir más luz y aire, sus condiciones esenciales para el nacimiento de nuevos tallos.
1 Hiedra
Esta planta trepadora creará un ambiente de lo más acogedor y freso en tu terraza. Además, su crecimiento en exterior le permitirá extenderse por los muros, las pérgolas o los parterres ubicados en tu terraza. El atractivo de sus hojas, con su color verde intenso, luce de maravilla contra las paredes y los muros.
Su crecimiento es mucho mejor cuando recibe una buena cantidad de luz solar, aunque puede desarrollarse sin problemas en zonas de sombra. La temperatura ideal de la hiedra se sitúa entre los 12º y los 20º C. En cuanto al riego, no necesita grandes cantidades de agua. Solo, durante los meses de verano, será necesario regar más a menudo, procurando que el sustrato no quede seco.
Si incorporas una hiedra en tu terraza, y la cuida de forma adecuada, te acompañará durante mucho tiempo, ya que es una planta con una vida bastante larga. Eso sí, la hiedra produce unas bayas que resultan tóxicas si las ingerimos. Así mismo, las hojas también pueden estar impregnadas de dicha toxicidad. Por lo que, si tenemos pequeños o mascotas en casa, mejor decantarnos por otra opción.